Las transfusiones de sangre y los productos sanguíneos ayudan a salvar a millones de personas cada año, aumentando la esperanza y la calidad de vida de los pacientes con enfermedades potencialmente mortales, y permitiendo también la implementación de procedimientos médicos y quirúrgicos complejos.*
Puntualmente, en la Argentina se necesitan más de 4 mil transfusiones por día, ya que los componentes sanguíneos son requeridos en múltiples situaciones, como accidentes, operaciones, trasplante de órganos, tratamientos oncológicos y pacientes con quemaduras graves, entre otros; por lo que se trata de un recurso altamente valioso y que representa un gesto invaluable.
En este sentido, en conmemoración de la primera transfusión de sangre realizada en el país, el 9 de noviembre de 1914 en el Instituto Modelo del Hospital Rawson de la Capital Federal, por el Dr. Luis Agote, se estableció en el año 2004, esa fecha, como el Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre.